Cómo no adorar tu hombría... exquisitez que se eleva al infinito ante el encanto de mi boca y de mi vagina... cómo no dedicarle a tu falo que me hechiza... los poemas de mi lengua y el canto de mis torrenciales humedades ante tu amante presencia...Cómo no invitarlo a regar mi más íntimo y oscuro secreto... Si me postro ante él... esclavizándome a su deidad... sintiendo su fuego que quema mi boca y mis guaridas que tanto anhela cuando me llena...





